Review del Salón del Manga de Barcelona

XX Salón del Manga de Barcelona

Este pasado fin de semana se celebró el XX Salón del Manga en Barcelona y para su vigésimo aniversario decidieron hacer un súper especial de Pokémon. Teniendo en cuenta que el año pasado también explotaron la misma temática, tal vez un poco repetitivo, pero un éxito al fin y al cabo. 

 Todos recordamos la innombrable mala organización del salón anterior, y desde luego ha habido cierto recelo este año, pero parece que todos hemos aprendido algo, tanto el público como Ficomic. El espacio de la Fira estaba mejor aprovechado y era mucho más amplio, por lo que, aun habiendo muchísima gente, no era tan agobiante y era más fácil recorrer todo el salón. Con lo respectivo a las entradas creo que la mayor parte de los visitantes decidió comprarlas con anticipación por internet para no encontrarse con la misma situación del año pasado, y el mismo jueves ya no quedaban entradas para el sábado. Ficomic también hizo los deberes y organizó de forma rigurosa los accesos, aun así los problemas siempre surgen en los grandes eventos, pero, en mi opinión, han sabido gestionarlos mejor que el año anterior. 

Es una lástima que mucha gente se haya quedado sin poder ir al salón, pero eso ya queda en problemas de aforo, ya que la cultura nipona se ha extendido por diferentes públicos y es cada vez más relevante.

De todas formas analizaremos los pros y los contras del XX Salón del Manga en esta entrada.

Como ya he comentado el espacio estaba mejor distribuido y todo era mucho más amplio, aunque el piso superior del Palacio 2 a mi parecer estaba mal aprovechado. Las exposiciones estaban bien, pero parece que quisieron ampliar el espacio disponible para el salón y no supieron rellenarlo apropiadamente. 

La zona de gastronomía era grande y con más variedad que el año pasado, pero a mi ver no tenía suficiente sitio para sentarse a comer y había demasiada gente comiendo a todas horas.

La temática Pokémon estaba mejor explotada este año, más promociones, un foto matón tipo Purikura, un photocall, una exposición con ilustraciones de la primera hasta la sexta generación, incluso Pokémon hinchables y un Pikachu gigante colgado del techo. No faltaron tampoco los torneos y regalos.

 Como novedad de este salón el equipo de Banana airsoft preparó una zona de tiro donde, sin mucha dificultad, cualquiera dispuesto a tirarse un buen rato de cola podía conseguir un 2x1 poniendo a prueba su puntería. Y ¿a quién no le gusta disparar? Sin duda una buena iniciativa para atraer gente a la que pueda interesarle el airsoft y no haya podido probarlo antes.

Como punto negativo decir que se han centrado en el control de accesos dejando a un lado la comodidad del visitante. Como cada año la cola para entrar es kilométrica y una vez dentro te lo piensas dos veces antes de salir del salón, pues aunque tuvieses sello debías hacer la cola de nuevo para volver a entrar, mostrando un panorama desalentador a todo aquel incauto que abandonara el recinto. ¿Tanto cuesta hacer una cola exprés para poder volver a entrar rápidamente los que ya tienen sello? ¡Higos de fruta!

Otro tema ya reiterado y de costumbre en el Salón del Manga son los precios abusivos de los stands, haciendo que comprar a través de internet acabe siendo más económico. Tiene sentido que si ofrecen un producto oficial de Japón el precio final se infle, pero no es el caso en la inmensa mayoría, ya que un alto porcentaje son productos fabricados en china con menores costes o directamente producidos por ellos mismos con un coste efímero y un margen de beneficio enorme.

Así nos despedimos del Salón del Manga de Barcelona hasta el año que viene. Esperemos que mejoren en los pequeños detalles para hacer la experiencia mucho más divertida.

     

Artículo por: Viku y Hana